ENTREVISTA

Coordinar una

respuesta regional

ante la peste equina

En 2020 aparecieron los primeros casos de peste equina en la historia del sudeste asiático. La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y sus socios regionales ayudaron a los países a contener la enfermedad y detener su propagación. La Dra. Laure Weber-Vintzel formó parte del equipo que trabajó en primera línea durante la crisis.

Laure Weber OIE
Peste equina OIE Coordinar una respuesta regional ante la peste equina
Laure Weber-Vintzel
Peste equina OIE Coordinar una respuesta regional ante la peste equina

Representante subregional adjunta de la OIE para el Sudeste Asiático

¿Qué es la peste equina?

L.W.V. La peste equina es una enfermedad viral de los equinos notificada en muchos países de África subsahariana. En ciertas ocasiones excepcionales, se ha propagado al norte de África, al sur de Europa y a Oriente Medio, así como a la India. Tailandia notificó su primer brote de peste equina a principios de 2020, seguida de Malasia, que notificó la enfermedad en el mes de septiembre. La peste equina se transmite a través de mosquitos hematófagos y es una enfermedad mortal. Puede matar hasta un 95 % de los caballos infectados, además de afectar a otros équidos, aunque con menor gravedad. La mortalidad de las mulas ronda el 50 %, mientras que los burros y cebras infectados sólo muestran síntomas leves.

La peste equina puede matar hasta un

%

de los caballos infectados

¿Cómo se respondió al brote de peste equina en Tailandia?

L.W.V. Tailandia notificó la peste equina a la OIE el 27 de marzo de 2020, a través del Sistema Mundial de Información Zoosanitaria (OIE-WAHIS), plataforma utilizada por todos los Miembros de la OIE para notificar información sobre la situación zoosanitaria y alertar a la comunidad internacional del surgimiento de eventos excepcionales de esta índole.

A lo largo del año 2020, los Servicios Veterinarios tailandeses contabilizaron casi 600 muertes de caballos. Como se trataba de la primera vez que se notificaba la peste equina en el sudeste asiático, no se conocía bien la enfermedad en la región. Las restricciones relacionadas con la pandemia de la COVID-19 complicaron la situación y nos impidieron prestar el apoyo directo y convencional que ofrecemos en estos casos, como la movilización en el terreno de expertos internacionales sobre peste equina. Sin embargo, sabíamos que existía el riesgo de que la peste equina se propagara aún más en Tailandia y en otros países, por lo que tuvimos que actuar con rapidez.

Ante todo, consideramos esencial proporcionar toda la información científica posible sobre la enfermedad a una gran diversidad de profesionales de Tailandia y de los países vecinos. Llevamos a cabo una serie de seminarios web con expertos para proporcionarles la información técnica que se necesitaba inmediatamente para limitar la propagación de la enfermedad. Estos seminarios web fueron vistos más de 2000 veces en el canal de YouTube de la OIE. Nuestro público abarcó: Servicios Veterinarios, por supuesto, pero también autoridades provinciales, veterinarios privados especializados en équidos, personal de la industria equina y ONG especializadas en los équidos de trabajo.

Dado que la sensibilización fue uno de los puntos críticos en esta crisis, también creamos una base de información para que toda comunicación sobre la peste equina estuviera disponible y accesible para todos en el sitio web regional de la OIE para Asia y el Pacífico.

¿Cuál fue el aporte de la colaboración conjunta en la respuesta?

L.W.V. La colaboración fue clave en el momento de ofrecer una respuesta rápida frente al brote de peste equina. Nuestros socios y Miembros utilizaron nuestro sitio web regional para compartir documentos, carteles y folletos. Por ejemplo, uno de los socios, la Coalición Internacional para los Équidos de Trabajo, elaboró material dirigido específicamente a los propietarios asiáticos de équidos de trabajo y lo puso a disposición en cinco idiomas regionales en nuestro sitio web. En Camboya, una ONG especializada en équidos de trabajo también acompañó a los Servicios Veterinarios nacionales y proporcionó mosquiteros y repelentes contra insectos para proteger establos y caballos. En colaboración con nuestra red de expertos y socios, publicamos directrices destinadas a ayudar a los países a preparar y aplicar una estrategia de vacunación de emergencia contra la peste equina.

En 2020, una vez más, los brotes de peste equina en Tailandia y Malasia demostraron el papel fundamental de las asociaciones para prevenir y controlar las enfermedades animales.

¿Qué impacto tuvo el brote en el país?

L.W.V.La peste equina afectó la salud de los animales: alrededor de 600 caballos murieron como consecuencia directa de la enfermedad. Dado que, en Tailandia, los deportes ecuestres registran un gran desarrollo, también se observó un impacto directo en la industria ecuestre del país. A causa de la peste equina, los caballos no pudieron viajar para participar en carreras nacionales, regionales o internacionales y se cancelaron las competiciones. En cuanto a los équidos de trabajo, las restricciones de movimiento afectaron los medios de subsistencia de los propietarios, que ya enfrentaban una situación económica delicada a causa de la COVID-19. Los équidos se mantuvieron protegidos contra vectores durante largos periodos de tiempo, lo que también supuso problemas de bienestar animal.

¿Qué debe hacer un país, tras un brote, para recuperar su estatus oficial libre de peste equina reconocido por la OIE?

L.W.V. En primer lugar, el país debe controlar y erradicar la enfermedad. Luego, las autoridades deben demostrar que el país ha estado libre de peste equina durante dos años, en base a los resultados de su programa de vigilancia, y que no se ha llevado a cabo ninguna vacunación de rutina contra la enfermedad durante el último año. Igualmente, el país debe demostrar que cumple con otras normas pertinentes de la OIE y que se han investigado, comprendido y resuelto las lagunas que habrían permitido la introducción inicial del virus de la peste equina. Sólo en ese momento, un Miembro de la OIE podrá solicitar la restitución de su estatus libre de peste equina en los tres años que siguen su suspensión, según el procedimiento específico de la OIE.

El estatus oficial de la OIE refleja el nivel de transparencia de un país y facilita el comercio internacional seguro de animales y de sus productos.

¿Qué ha aprendido de este brote que pueda ayudar a contener la peste equina en otras regiones del mundo?

L.W.V. Una vez más, este evento demostró la importancia de trabajar en colaboración. Sin embargo, las asociaciones entre los sectores público y privado no existen en todos los países y lo ideal es promoverlas antes de que surja una emergencia. Para ello, la OIE dispone de varios materiales de apoyo a sus Miembros.

Cabe destacar que, en algunos países, el estatus sanitario de las especies silvestres importadas o de las razas exóticas de animales no siempre está bajo la supervisión de los Servicios Veterinarios, lo que significa que algunos animales silvestres pueden entrar en los países sin los debidos controles sanitarios y cuarentenas. La OIE recomienda a sus Miembros que fortalezcan sus Servicios Veterinarios y les otorguen la capacidad y la responsabilidad legal de controlar todas las cuestiones relacionadas con la sanidad y el bienestar de los animales, incluida la sanidad de los animales vivos importados.

Otro reto al que nos enfrentamos en el sudeste asiático fue la adquisición de vacunas contra la peste equina. Si deseamos estar mejor preparados, debemos asegurarnos de que existen reglamentos y protocolos que, en caso de emergencia, autoricen a los Servicios Veterinarios a importar rápidamente las vacunas más adecuadas. No sólo para la peste equina, sino también para todas las enfermedades animales.

Financiación para la elaboración de material regional relativo a la peste equina: Australia y China (Rep. Pop. de).